Después de revolucionar el mundo de
la computación con Microsoft,
Bill Gates ahora busca revolucionar el inodoro.
La Fundación
de Bill y Melinda Gates lanzó
recientemente la competición"Reinventar
el inodoro", que ya ha adjudicado tres millones de dólares a
los investigadores de ocho universidades para rediseñar el trono
de porcelana. El reto? Desarrollar un inodoro económico que no
necesite estar conectado a un sistema de alcantarillado o a
cualquier otra red deagua o
electricidad.
El programa pretende abordar la difícil situación de
aproximadamente un 40% de la población del mundo que
no tiene acceso a los inodoros convencionales. En el mundo en
desarrollo, miles de millones de personas carecen de inodoros
seguros y confiables.
La presidenta de la fundación del Programa
de Desarrollo Global, Sylvia Mathews Burwell, habló el mes
pasado en la Conferencia
AfricaSan 2011celebrada en Kigali. Según un comunicado de
prensa de la fundación, Burwell manifestó: “Ninguna innovación
de los últimos 200 años ha hecho más para salvar vidas y mejorar
la salud que la revolución de saneamiento desencadenada por la
invención del inodoro. Pero no ha ido lo suficientemente lejos.
Tan sólo ha alcanzado a un tercio del mundo.
Necesitamos nuevas ideas. En breve, necesitaremos reinventar el
inodoro”.
Un diseño que está causando sensación es el de un inodoro que
utiliza un panel solar para alimentar el sistema electroquímico
de la taza. En ella, los electrodos generan reacciones químicas
que limpian la taza y convierten los desechos orgánicos en
dióxido de carbono e hidrógeno que puede ser almacenado en una
celda de combustible para
su utilización durante la noche.
Michael R. Hoffman, profesor de ciencia medioambiental del
Instituto deTecnología de
California y encargado del desarrollo del inodoro solar,
manifestó al New
York Times: "Podemos limpiar las aguas residuales al mismo
nivel que vendrían de una planta de tratamiento”.
Hoffman, quien recibió 400.000 dólares para desarrollo, declaró
que estos prototipos de inodoro solar podrían costar hasta 5.000
dólares, aunque también aseguró que los precios bajarían en
cuanto se pusiera en marcha la producción comercial. Además,
recalcó que los costos operacionales sumarían únicamente unos
centavos al día.