Los investigadores
Stefan Lämmer y Dirk
Helbing, ambos basados
en Alemania, idearon un
sistema de semáforos que
regula la duración de
sus luces dependiendo
del nivel de tráfico que
los rodea. Esto pretende
responder a la típica
situación al manejar de
noche o cuando hay pocos
autos cerca: no hay
nadie en las calles y
aún así hay que esperar
que pase la luz roja y
salga la verde para
poder avanzar. Más allá
del tiempo perdido, esa
espera genera pérdidas
de dinero (en bencina) y
además hace que el auto
libere gases dañinos
para el ambiente sin
siquiera moverse.
El sistema permite que
la duración de las luces
sea menor, siendo el
mismo semáforo el que
monitorea los
alrededores (sin
influencia de elementos
como botones para
peatones o placas en el
asfalto que indican la
presencia de autos). Lo
que hicieron fue crear
un modelo virtual de la
ciudad de Dresden, en
Alemania. Este modelo
funcionaba con
información proveniente
de semáforos en la
ciudad. Los semáforos
virtuales del modelo se
comunicaban entre ellos
para coordinar sus
tiempos, con lo que
lograron disminuir los
tiempos de espera entre
10% y un 30%.
Este sistema también
ayudaría en momentos de
mucho tráfico, regulando
los tiempos para que las
calles no estén tan
atochadas o darles más
tiempo para moverse en
ciertas direcciones. El
próximo paso es llevar
este modelo a las
calles, y los
investigadores ya están
en contacto con una
agencia de manejo de
tráfico en Alemania para
poder probar el sistema
en la realidad.
Link: Self-regulating
traffic lights would
improve vehicle flow (GizMag)