El terremoto y posterior tsunami que azotaron a Japón hace cinco meses, generaron gran preocupación en todos los países con costa en el Océano Pacífico (más aún en Chile, donde recién cumplíamos un año desde el que hizo desaparecer varias localidades), pero en definitiva los daños fueron menores. Lo que se desconocía hasta hoy eran las implicancias que tuvo en la Antártica.
Kelly Brunt, investigadora de la criósfera en el Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA, y un equipo de científicos descubrieron que el maremoto destrozó partes de la costa del continente austral, creando enormes nuevos icebergs.
Las imágenes (y el video tras el salto) corresponden a la plataforma de hielo de la Bahía de Sulzberger, ubicada a 13.600 kilómetros del epicentro del desastre y que sucumbió ante la contante arremetida de las olas (18 horas después del terremoto), fragmentando la barrera en varios bloques y donde el mayor es de unos 130 kilómetros cuadrados. Según registros históricos, estos enormes bloques de hielo no se habían movido de su posición en al menos 46 años.
Esta es la primera prueba directa -lograda por los satélites de la NASA y la ESA- de que la actividad sísmica influye en la creación de icebergs. Así, una cosa que sucede en un lado del mundo, genera devastación en otro extremo.
El video:
Fuente: www.fayerwayer.com