Este
es el tipo de historias que más alegra transmitir. Hace cinco
años, Rob Summers (que entonces tenía 20) fue impactado por un
auto que circulaba a exceso de velocidad y producto del
accidente quedó parapléjico. Hoy, el equipo de neurocientíficos
que está tratando al oriundo de Oregon, Estados Unidos, anunció
que el paciente ya logra ponerse de pie y caminar gracias a un
innovador procedimiento.
Durante 2009, el equipo compuesto por doctores de la Universidad
de Louisville, UCLA y el Instituto de Tecnología de California
(entre los cuales aparentemente no se encuentra Jack
Shephard), le puso un implante en la columna que emite
pequeños pulsos eléctricos, diseñados para repetir las señales
que el cerebro emite para
coordinar los movimientos del cuerpo. Pero ya dos años antes,
los investigadores entrenaron a Summers suspendido en un arnés y
moviéndole las piernas.
Ahora, tras 30 años de investigación, el trabajo permite que el
paciente pueda levantarse por sus propios medios y mantenerse de
pie durante hasta cuatro minutos y, con la ayuda de su arnés,
incluso puede dar pasos sobre una trotadora.
Pese al éxito logrado con Summers, los científicos reconocen que
este tipo de estimulación epidural aún debe ser testeada en más
pacientes, como para poder emitir conclusiones definitivas del
tratamiento.
Lo claro es que en este primer caso está funcionando, y eso ya
es un enorme paso para la medicina (y también para la vida de
Summers). “Este procedimiento cambió por completo mi vida. Ser
capaz de levantar mi pie y pisar de vuelta, fue increíble, pero
más allá de todo eso, cambió mi sensación de bienestar”, señaló
el paciente.
Simplemente alentador.