Con
más de 700.000 colocaciones de implantes al año, España es líder
a nivel mundial en esta tecnología que consigue disminuir el
miedo de los pacientes, el dolor y la inflamación, gracias al
estudio y diagnóstico previo a través de imágenes
tridimensionales.
Las nuevas tecnologías y programas informáticos permiten
conseguir imágenes tridimensionales de la boca y las piezas
bucales con sumo detalle. Sobre estas imágenes tridimensionales
los odontólogos pueden trabajar como si de la misma boca fuera,
de modo que pueden estudiar, diagnosticar y planificar
cómodamente (tanto para ellos como para el paciente) el tratamiento
dental que
le aplicarán.
Gracias a un TAC y
un programa informático especializado, se obtienen imágenes
tridimensionales de cada paciente. Una vez se tienen las
imágenes, los doctores estudian la mejor posibilidad para luego
aplicar la técnica que se adecue a las necesidades concretas de
cada caso, lo que mejora la eficacia de la posición de los
implantes, reduce el tiempo de intervención, minimiza la
inflamación tras la operación y permite la colocación de los
dientes en el momento.
Entrevistamos a uno de los pioneros en utilizar esta técnica, el
doctor Eduardo Ausín.
Muy Interesante: ¿Cuál es la principal novedad en las imágenes
dentales 3D?
Dr. Ausin: La principal novedad es que estas nuevas tecnologías
nos permiten simular de antemano el tratamiento y los resultados
que se pueden obtener en cada caso.
M.I.: ¿Cuáles son los pasos a seguir para realizar este sistema?
Dr. Ausin: De forma sinténtica, los pasos de esta técnica son:
realización de un TAC, planificación del tratamiento sobre la
imagen tridimensional en el ordenador,
toma del modelo de la boca del paciente, confección de una
férula o guía para la localización de los orificios por donde
deben pasar las fresas y los implantes y, por último, la
intervención.
M.I.: ¿Qué ventajas tiene esta técnica?
Dr. Ausin: Principalmente dos. Desde un punto de vista técnico,
nos permite colocar los implantes más adecuados en la posición
más acertada. Además no es necesario hacer incisiones en la
encía, permiten colocar dientes en el mismo día y mejora los
resultados estéticos. Desde el punto de vista del paciente,
mejora su confort. La intervención puede reducirse a unos pocos
minutos y el postoperatorio es casi inexistente, apenas hay
inflamación o dolor.
M.I.: ¿Quiere decir que esta técnica evita tener que hacer
cirugía?
Dr. Ausin: Efectivamente, ya que conocemos de antemano dónde hay
que colocar exactamente los implantes. Es suficiente realizar un
pequeño orificio en la encía, por donde pasa el implante, por lo
que no es necesario dar puntos. Médicamente se conoce como "cirugía
mínimamente invasiva". Al saber las posiciones en que
quedarán los implantes, en ocasiones, se pueden tener hechas
unas piezas dentarias, que se colocarán al finalizar la fijación
de los implantes. El paciente sale con los implantes y unos
dientes en el mismo día.
M.I.: ¿Puede aplicarse a cualquier persona?
Dr. Ausin: En principio no hay ninguna contraindicación médica.
Indudablemente está especialmente indicada a algunos pacientes,
como aquellos que toman medicación anticoagulante o
por ejemplo cuando hay que colocar muchos implantes o en
aquellas situaciones complejas como la falta de hueso, etc.
M.I.: ¿Tiene alguna complicación?
Dr. Ausin: Una de las principales ventajas es que disminuye las
posibles complicaciones que se pueden presentar en la colocación
de los implantes con la técnica tradicional.
M.I.: ¿Qué costo tiene?
Dr. Ausin: Su precio varía entre 500 y 1500 euros en función del
número de implantes y el tipo de férula necesaria para guiarnos
en la intervención.