A Indiana Jones le ayudó un rayo del cielo a encontrar el Pozo de las Almas en los yacimientos de Tanis.
Décadas después la solución continúa llegando desde el cielo para seguir desentrañando los ocultos secretos del pasado en Egipto. Aunque ese modeno y polémico Indiana Jones que es Zahi Hawass está un poco de capa caída desde la revolución que tuvo lugar recientemente en el país los trabajos por rescatar el ayer de entre las arenas egipcias no se detiene. Ahora cuentan además con la ayuda de los satélites que han permitido sacar a la luz dos pirámides mil tumbas y tres mil asentamientos. Y aún hay más. Vamos, está todo Egipto lleno.
Sin moverse de casa.
La doctora Sarah Parcak, egiptologa en la Universidad de Alabama han empleado imágenes infrarrojas tomadas por un satélite de la legendaria ciudad de Tanis, capital del país durante la 21ª dinastía. Desde una órbita situada a 700 kms de altura se ha podido detallar con precisión el mapa de las calles de la zona, calles que permanecían desde hace siglos enterradas por las arenas del desierto, y que han revelado una zona de una extensión insospechada.
El detalle era tal que se podían diferenciar objetos de un metro de diámetro. Se procedió tras localizar la zona a excavar una edificación que llevaba más de 3.000 años sepultada y los perfiles de su estructura coincidían a la perfección con los obtenidos por el satélite. Indiana Jones ha cambiado el látigo por el satélite.
Eso sí, de momento no han encontrado la sala del tesoro llena de temibles serpientes… ¿por qué tenían que ser precisamente serpientes?
Fuente: www.fayerwayer.com