Resulta que la Nebulosa de Orión, que queda a unos 1.300 años luz de nuestro planeta, es el proyecto de galaxia más cercano a la Tierra. Tiene un diámetro aproximado de 24 años luz, está formada de gases, plasma y partículas en colisión, y está en pleno proceso de formación de estrellas. La colisión de partículas y las inmensas cantidades de energía liberadas dan lugar a nubes multicolores de formas cambiantes. Pero bueno, todo eso ya lo sabíamos. Lo que no sabíamos es que, según el Hershel, la Nebulosa tiene además todos los componentes necesarios para la vida.
En una galaxia -pensará el lector- no tiene nada de raro que haya presencia de todos los elementos conocidos y otros que no tenemos por estos lados. Eso es verdad no sólo para las galaxias sino también para varios de los planetas que tenemos como vecinos, pero lo realmente excepcional es que con esos elementos se formen moléculas algo más complejas que se consideran las piezas de lego para el florecimiento de los organismos. El agua, por ejemplo, no es algo que se encuentre en cualquier planeta.
¿Cómo es posible que una simple foto pueda permitirnos saber los compuestos que se encuentran en otra galaxia? Mediante el análisis del espectro de la luz de la Nebulosa que es captada por el Hershel, los astrónomos emplean una técnica llamada espectroscopía que relaciona la radiación electromagnética con la materia. De esta manera se puede establecer trazas de elementos y moléculas a partir del análisis de la luz. En la imagen que encabeza este artículo, por ejemplo, los peaks indican la presencia de la molécula mencionada. Obviamente, la presencia de agua, monóxido de carbono o metanol no es garantía de que vaya a florecer la vida, pero si sacáramos la espectrografía de la Tierra en la actualidad arrojaría un resultado bastante similar. Si no fuera porque la Nebulosa de Orión no contiene planetas todavía, sería pefectamente posible que el Hershel le hubiera sacado una foto, sin saberlo, a una civilización como la nuestra.
Para cerrar, les contaremos que el Hershel es el primer observatorio espacial -basado en el espacio, quiero decir- que cubre completamente el espectro infrarrojo y submilimétrico. Contiene el espejo más grande que alguna vez se haya puesto en órbita y su combustible es Helio líquido. El estanque tiene unos 2.000 litros de capacidad y al ritmo de consumo actual eso le da una autonomía de unos tres años. No tengo claro si será posible llenar el estanque cuando se agote, así que hay que aprovechar al máximo la información que transmite.
Link: All of Life’s Ingredients Found in Orion Nebula (Wired)
Fuentes: http://www.fayerwayer.com