17/03/2011
El
La
premisa detrás de este dispositivo con apariencia de pastilla de
menta es “llevaremos el laboratorio al interior del paciente”,
según explica el científico Michael Cima, del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT).
La cápsula, en rigor, es una completa herramienta que se
implanta y permite monitorear la aparición y el crecimiento de
un tumor o el deterioro de tejidos del corazón o infartos
imperceptibles, evitando así los procedimientos invasivos
propios del control de estos males. Es lo suficientemente
pequeña como para introducir mediante una aguja en una biopsia
tradicional y puede permanecer al interior del cuerpo,
reportando cambios.
Está relleno de nanopartículas que separan ciertas moléculas
como las que producen los tumores cuando pasan por la membrana
semi permeable de la cápsula, que luego son revisadas por los
médicos a través de una imagen por resonancia magnética común. Y
según la densidad de partículas de dichos grupos, pueden
determinar si ha experimentado algún cambio.
Además de todo esto, el equipo del MIT dirigido por Cima está
trabajando en el desarrollo de un prototipo más avanzado que
genere una señal al pasar una varilla magnética por el sensor,
lo cual podría reducir el costo asociado a las resonancias
magnéticas.
Suena bastante útil.
Link: Implantable sensor tracks cancer in the body (New Scientist)
Fuentes: http://www.fayerwayer.com