31/05/2011
Con frecuencia parece que nuestra sociedad se ha convertido en un Gran Hermano, con miles de satélites pululando sobre nuestras cabezas, cientos de cámaras monitoreando nuestras acciones y cuestionables políticas de privacidad que inundan las redes sociales. Todo parece demasiado. Pero luego, de vez en cuando, el multi-ojo tecnológico espía un poquito de traición y todos respiramos con alivio gracias a su existencia.
Tomemos como ejemplo el caso de los Ayoreo de Paraguay, uno de los últimos grupos de indígenas que viven, en su mayor parte, sin contacto alguno con el hombre moderno. Durante la mayor parte de la última década, madereros y ganaderos han estado devastando los bosques naturales del norte de Paraguay. De acuerdo a The Guardian, “cerca del 10% de los bosques vírgenes y secos de Paraguay han desaparecido”. Para empeorar las cosas, esta deforestación masiva ha estado sucediendo en el vecindario de las tribus Ayoreo sin su aprobación o conocimiento.
Después de que esta tragedia fuera revelada, una moratoria sobre la tala fue impuesta en las tierras en donde viven los Ayoreo, aunque imágenes por satélite del pasado diciembre obtenidas por grupos de defensa tribales, entre los que se incluía Survival International, mostraron con claridad que la deforestación todavía está ocurriendo de manera ilegal. Debido a que no parecen respetarse las regulaciones de tala sobre el terreno, los activistas han comenzado a observar el proceso a través de imágenes por satélite.
Otros esfuerzos que han utilizado imágenes por satélite han revelado talas ilegales en Madagascar, Brasil, Indonesia ( PDF) y la Republica del Congo, África, entre otros lugares.
Las imágenes podrían ayudar a identificar casos específicos de actividad ilegal aunque según Wired Science, actualmente no existe un rastreo sistemático de la deforestación dentro del área en cuestión y los bosques paraguayos continúan destruyéndose. La esperanza es que si los activistas equipados con satélite continúan llamando la atención sobre la tala ilegal, habrá mayor presión para multar a las empresas que llevan a cabo la deforestación.
Fuentes: http://www.fayerwayer.com