El tratamiento de residuos, la descontaminación,
la restauración de espacios naturales o las energías renovables
se desarrolla gracias a la aplicación de las tecnologías
ambientales. Se trata de una fuente de riqueza que contribuye al
desarrollo sostenible: el mercado mundial de las tecnologías
"verdes" mueve unos 500.000 millones de euros, comparable a las
industrias aeroespacial y farmacéutica. Sin embargo, entre sus
desventajas se encuentra el precio en el mercado de los
productos, además de la falta de concienciación por parte de
ciudadanos y empresarios.
Tomado de
ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
Qué son las tecnologías medioambientales?
Las
tecnologías medioambientales son tan comunes y diversas que es
difícil definirlas con precisión, debido a que toda tecnología
que mejora la actuación medioambiental puede considerarse como
tal. Según Juana Sans, Directora del Circulo de Innovación en
Tecnologías medioambientales y energía (CITME) de la universidad
de Alcalá, “estas tecnologías permiten obtener u producto
generando menos efectos negativos en el ambiente.
Por tanto, las más necesarias son las que favorezcan una
reducción de la contaminación o ayuden a controlarla; las que
creen productos menos contaminantes; las que necesiten menos
recursos y también las que posibiliten, de alguna forma,
reciclar o reutilizarlos."
Encarnación Rodríguez, Catedrática de Tecnología Ambiental en la
Universidad Politécnica de Madrid, distingue entre tecnologías
preventivas y tecnologías de depuración: "las primeras tienen
como objetivo evitar la contaminación medioambiental minimizando
la formación de efluentes líquidos y gaseosos, residuos y ruido.
Las segundas buscan la depuración o tratamiento de los
contaminantes ya formados." Por ejemplo, en un automóvil se
pueden encontrar ambos tipos de tecnologías. Por un lado, la
reducción del peso de los vehículos es una tecnología preventiva
que trata de reducir el consumo de combustible, y por tanto, de
contaminación. Por otro lado, el catalizador instalado en el
tubo de escape es una tecnología de depuración que transforma la
mayor parte de los gases nocivos en otros compuestos no
contaminantes.
Los países más avanzados consideran prioritarias estas
tecnologías porque no sólo sirven para cuidar del medio
ambiente, sino también para contribuir al crecimiento económico
y al desarrollo sostenible. Es decir, se puede seguir mejorando
la calidad de vida de los ciudadanos sin degradar el medio
ambiente. Si se tienen en cuenta solamente las ecoindustrias, es
decir, las actividades que producen bienes y servicios para
medir, evitar, limitar, reducir al mínimo o corregir los daños
ambientales causados al agua, al aire y al suelo, así como los
problemas relacionados con los residuos, el ruido y los
ecosistemas, se puede hablar de un mercado mundial de bienes y
servicios ambientales de unos 500.000 millones de euros, según
datos de la UE de 2003. Una cantidad comparable a la
correspondiente a las industrias aeroespacial y farmacéutica, y
que mantiene cifras de crecimiento situadas en torno a un 5 %
anual.
La Unión Europea (UE) tiene mucho que decir en este campo.
Philippe Busquin, comisario europeo de Investigación, afirma que
"Europa es uno de los líderes mundiales de la creación de
tecnologías ambientales tales como la energía fotovoltaica, la
eólica y la hidroeléctrica, así como de control de la
contaminación mediante una mejor gestión de los residuos." La
variedad de oportunidades es muy amplia, y la competencia es
cada vez más dura por parte de otros países: Japón se ha marcado
el objetivo de convertirse en líder mundial en el área de las
tecnologías de ahorro de energía; por su parte, Canadá ha
anunciado una ambiciosa estrategia sobre tecnologías
ambientales. Estados Unidos respalda su decisión de rechazar el
Protocolo de Kyoto en la idea de que la tecnología puede reducir
el consumo de productos contaminantes.
Por ello, los responsables europeos han diseñado un plan de
acción específico para incentivar el desarrollo de las
tecnologías ambientales en la UE. De esta manera, se pretende
incrementar el porcentaje del PIB destinado a la investigación,
dado que la UE se ha propuesto elevarlo al 3% en 2010, y
alcanzar parte de los objetivos de Lisboa, como ha explicado la
comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström: "Este
plan de acción es una forma pragmática de abordar el doble
desafío del desarrollo sostenible, es decir, proteger el medio
ambiente y reforzar al mismo tiempo la innovación y la
competitividad en Europa."
Principales tecnologías
En opinión de Juana Sanz, las tecnologías
ambientales más destacadas de las que ya se están beneficiando
los ciudadanos están relacionadas con el tratamiento de
residuos, con la descontaminación, con la restauración de
espacios y con las energías renovables. "Ya hay empresas que
están implantado pequeñas tecnologías de este tipo, como una
pequeña depuradora a la salida de la empresa, vehículos 'más
limpios', energías renovables (solar, eólica, etc.),
recuperación de neumáticos y aparatos electrónicos..."
El Sexto Programa de acción medioambiental de la UE, cubierto
por el Sexto Programa Marco de Investigación, y de importancia
para la política industrial europea, plantea cuatro áreas de
actuación prioritaria para el desarrollo de este tipo de
tecnologías:
-Mitigar
el cambio climático:
Energías renovables que no produzcan gases de efecto
invernadero;
tecnologías que capten el dióxido de carbono;
motores de emisión cero y de combustión interna más eficaz; organización
laboral que reduzca los
desplazamientos y favorezca un uso
eficiente de los centros de trabajo.
-
Estimular la producción y consumo sostenibles:
Sistemas que favorezcan la calidad frente a la
cantidad;
procesos, productos y materiales limpios; tratamiento de residuos, incluidos los peligrosos,
y
recuperación de materiales.
-
Proteger los recursos hídricos:
Mejora de los contadores de agua y de detección de fugas;
sistemas de separación, reciclado, reutilización, distribución y canalización de residuos; teledetección y medición y
métodos aplicados a la predicción y prevención de inundaciones y
a la reparación de daños; biopelículas a medida y procedimientos avanzados de
eliminación de nutrientes biológicos; tratamientos anaeróbicos
(con falta de aire).
-
Proteger el suelo:
Lucha contra la contaminación, degradación y desertificación del
terreno y sistemas que favorezcan la protección de
ecosistemas vulnerables; desarrollo de indicadores agromedioambientales
de la erosión y degradación del suelo.
-
Aplicar las tecnologías a todos los sectores mencionados:
Nanotecnología; Tecnologías de la información y de la
comunicación para un mayor
control de los procesos de producción industrial; economía en línea en el
más amplio sentido; aplicaciones medioambientales de la
biotecnología;
sistemas globales de navegación por satélite y control mundial del
medioambiente y la seguridad; instrumentos de análisis de las
políticas para los
costes medioambientales.
Sin embargo, las tecnologías ambientales cuentan también con una serie de inconvenientes que frenan su desarrollo. En opinión de Juana Sanz, las principales desventajas son la falta de concienciación por parte de los ciudadanos y empresarios, y de financiación para poder mejorarlas o modificarlas y el precio en el mercado del producto, que a veces no corresponde con la inversión. "Siempre se ha pensado que la investigación-empresa no van unidas y que no es fácil implantar esas innovaciones, pero en realidad no es tan difícil, y sobre todo son muy eficaces y no todas son tan costosas", añade.
El importante papel de los consumidores
Los
consumidores son un elemento fundamental en la conservación del
medio ambiente. Por ejemplo, a la hora de realizar compras se
optar por los aparatos de bajo consumo energético o los
productos que causan menos daño al medio ambiente. No obstante,
las tecnologías "verdes" a menudo se ven frenadas por el precio
de este tipo de productos, así como por el conocimiento
impreciso de sus beneficios medioambientales y económicos.
Sin embargo, como indica Encarnación Rodríguez, "el coste de un
producto se reduce cuando se fabrican más unidades, por lo que
el impulso de las tecnologías medioambientales no solamente
depende de medidas legislativas, sino de la propia acogida que
los consumidores realicemos de productos cuyo proceso de
fabricación es menos contaminante y que, a su vez, generan en su
uso menos contaminantes. El medio ambiente es una red de
relaciones y todos podemos y debemos contribuir."
Otro claro ejemplo es el área de la gestión de residuos. Los
agentes afectados no siempre son conscientes de los beneficios
potenciales de las alternativas, lo que subraya la necesidad de
estimular la coordinación de actuaciones e intercambio de
mejores prácticas. Asimismo, las actividades de reciclaje pueden
verse limitadas por requisitos de seguridad y calidad, como
sucede por ejemplo con el reciclaje de neumáticos, cuya
penetración de mercado se ve frenada por consideraciones sobre
seguridad. Y aunque cada vez son más los "ecomateriales"
disponibles, muchos de ellos no consiguen comercializarse a gran
escala. En el actual contexto internacional, la difusión puede
ser primordial para que los países aprovechen las ventajas de
tecnologías potencialmente eficaces o que no adopten tecnologías
obsoletas. La inversión en recursos humanos también tiene que
ser incentivada, y es preciso establecer formaciones que
permitan desarrollar, utilizar y mantener nuevas tecnologías.
Una parte fundamental del Plan de Actuación de la UE consiste en
fijar objetivos ambiciosos de rendimiento energético para
productos, procesos y servicios esenciales. La Comisión Europea
se ha propuesto también comprobar la veracidad de las
afirmaciones de los fabricantes. Otro reto importante consiste
en apoyar de una forma adecuada la financiación de las nuevas
tecnologías ambientales desde su desarrollo hasta su
comercialización. Para ello, la Comisión garantizará que las
ventajas medioambientales de los nuevos productos y procesos
sean tenidas en cuenta por los prestamistas e inversores para
que los investigadores puedan recibir financiación.
Fuente: http://appleweblog.com