Corea
del Norte no quiere permanecer aislada y atrasada
tecnológicamente como algunos se figuran que está esa
paradisíaca dictadura comunista.
Para ello nada como ofrecer a sus ciudadanos ordenadores
portátiles, pero eso sí,orientados
exclusivamente a estudiar y trabajar y
sin ningún resquicio de posible utilización para el ocio. Habrá
únicamente tres modelos (y ya está bien), uno orientado a la
enseñanza, otro al mundo laboral. Todos ellos controlado
por el Estado, cómo no. Y aún hay más.
Los portátiles norcoreanos han sido despojados de todo aquello
que pueda distraer al trabajador de su fin último en la vida.
Esperemos que este concepto no encienda alguna luz en el mundo
civilizado occidental y capitalista, porque los norcoreanos
tendrán poca variedad de uso en sus ordenadores. Los
educativos permitirán poco más que hacer uso de los libros y
manuales escolares, realizar ejercicios intelectuales, consultar
varios diccionarios, editar documentos e incluso aprender
idiomas extranjeros.
Los modelos laborales podrán ejecutar programas destinados a la
gestión de la productividad e incluso vienen con un navegador
web, pero claro, recordemos que en
Corea del Norte no hay acceso a Internet sino a su particular
intranet nacional
comunista. Ríete tú de InfoVía y las BBS de hace unos 15 años.
Por supuesto olvídate del Solitario o el Buscaminas.
Aunque no parezca posible aún quedan países
en el mundo que limitan el acceso a sus ciudadanos al mundo
digital. Este parece ser un primer paso pero es
probable que tampoco se logra avanzar mucho más.