Si me apuraban, hubiera dicho que se trata de IBM Watson que
-aburrido desde su salida de la TV- se niega a querer adaptarse
a su nueva vida en pro de la medicina y se puso a matar el
tiempo haciendo avioncitos de papel. Pero no, se trata del
doctor James Porter, se Seattle, al mando de un robot quirúrgico
Da Vinci para mostrar las habilidades de este tipo de aparatos.
Pese a su alta precisión manejando en espacios reducidos y a que
los dobleces quedan bastante bien hechos, hay que decir que sus
destrezas para hacerlo volar son bastante precarias. Pero bueno,
a ver si cualquiera de nosotros podría lograr que con ese tamaño
planeara más.
(Por favor, obvien la música de programa de televisión
científico de los ‘80, o véanlo sin sonido).